Un niñito pidio a su criada que le contara un cuento. La criada, una mujer muy afectuosa, no se hizo esperar y comenzo la narracion de la historia:
Se trataba de una ciudad que nunca habia existido, donde vivian tres bellisimas princesas, de las cuales dos no habian nacido y la tercera no habia sido concebida.
Cuando los parientes de las tres encantadoras princesas murieron, decidieron partir hacia tierras lejanas.
Era un viaje largo y penoso. Al cruzar por las ardientes arenas del desierto, el calor era tan sofocante que estuvieron a punto de desmayarse, todo ello unido a la quemazon que las arenas producian en sus finos y delicados pies.
Extenuadas, se refugiaron a la sombra de tres arboles, de los cuales dos no existian y uno nunca habia sido plantado. Se alimentaron de los frutos de los arboles y reposaron a su reconfortante y generosa sombra.
Despues, prosiguieron el viaje. Llegaron asi a la orilla de tres rios, dos de los cuales estaban secos y el tercero no disponia de una sola gota de agua. Las tres dulces princesas bebieron de sus aguas y en sus aguas bañaron sus atractivos y amarfilados cuerpos.
Recomenzaron la fatigosa marcha, para poder llegar asi a una esplendida ciudad que aun no habia sido construida. Caminaron por sus calles y alcanzaron de este modo tres palacios, dos de los cuales estaban por proyectar y un tercero carecia de paredes.
Contentas, las tres princesas accedieron a los palacios y en una de las magnificas estancias hallaron tres platos dorados, dos de los cuales estaban rotos y el tercero estaba hecho añicos. Fue el tercer plato el elegido para servirse la comida que iban a prepararse: noventa y nueve menos cien gramos de arroz que iban a cocinarse.
Preparada la comida, invitaron a tres ascetas, dos de los cuales no tenian cuerpo y el tercero no tenia boca.
Cuando los tres ascetas hubieron degustado la comida, las tres princesas comieron el resto de alimentos.
Ascetas y princesas estaban muy satisfechos con el suculento banquete que se habian dado.
Una vez la amorosa criada hubo terminado la historia, le dijo al niño:
-. Amiguito, cuando crezcas, recuerda siempre esta historia y te convertiras en una persona sabia.
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Sigue siendo "saturday", ¿no?
"
Saturday Night Fever" - The Bee Gees - (1977)
Por cierto que, el cuadro que encabeza el post, es un oleo del maestro Vermeer pintado en 1658, titulado, "La criada de cocina".
Buen fin de semana.
Namasté.